Fueron distintas las reacciones, dentro y fuera del país, de la aprobación en la Cámara de la Ley Gatillo Fácil o Ley Naín Retamal, que entrega más facultades a las policías. Organismos internacionales, como la ONU y Amnistía Internacional, concluyeron en que dicha iniciativa es un retroceso para Chile en materia de DDHH. Hoy, son las víctimas de trauma ocular que dejó el actuar de Carabineros durante el Estallido Social de 2019, quienes critican la medida y acusan a sectores conservadores de utilizar el fallecimiento de la sargento de carabineros, Rita Olivares, y del cabo primero de la misma institución, Álex Salazar, para imponer leyes profundamente represivas y antidemocráticas.
Diversas han sido las reacciones que dejó la votación al interior de la cámara baja durante el miércoles pasado, que contempla un paquete de medidas, entre las que destaca, la presunción previa de legítima defensa para los funcionarios de Carabineros, PDI y Gendarmería que disparen su arma de servicio. Además, se incluye la ampliación de sanciones contra quienes maltraten o atenten de cualquier forma contra un agente de las Fuerzas de Orden y Seguridad, pudiendo llegar incluso al presidio perpetuo.
Si bien la decisión de las y los diputados se tomó de forma exprés, actualmente en el Senado, al parecer, se le estaría dando más de una vuelta a la controversial medida y el Gobierno ya estaría ingresando indicaciones para que se incluyan en el proyecto de ley.
Además de los pronunciamientos de organismos internacionales como Naciones Unidas y Amnistía Internacional, que apuntan a que el proyecto de Ley Naín-Retamal (Gatillo Fácil) atenta contra los estándares de la comunidad internacional y da garantías de impunidad, algunas de las víctimas de violaciones a sus Derechos Humanos por parte de Carabineros también se refirieron al tema. Éstas concluyen que se pone en juego la garantía de no repetición y solo otorga impunidad al actuar policial.
Víctimas de trauma ocular e implementación de Ley Gatillo Fácil: «Es un llamado a la impunidad»
El 8 de noviembre de 2019, a menos de un mes de iniciado el Estallido Social, en las inmediaciones de Plaza de la Dignidad (Plaza Italia), el funcionario de Carabineros, Claudio Crespo, conocido popularmente como «El Carnicero«, disparó su escopeta antidisturbios contra el joven Gustavo Gatica, cegándolo de por vida.
Pese a la gravedad del hecho y el ocultamiento de información por parte de Carabineros para blindar a Crespo, a más de tres años del hecho, el entonces funcionario policial aún no es condenado. Es más, en octubre pasado, la Corte de Apelaciones de Santiago revocó su prisión preventiva, estando actualmente en libertad. Todo lo anterior ocurre con la normativa vigente, sin aplicar la Ley Gatillo Fácil, porque de ser así, Gustavo Gatica tendría que, entre otros, haber comprobado la brutal agresión y se habría presumido, de ante mano, la legítima defensa de Claudio Crespo.
Gustavo Gatica conversó con RESUMEN acerca de las nuevas facultades que se le pretende entregar a Carabineros, a través de la Ley Gatillo Fácil, esgrimiendo que «es un llamado a la impunidad».
En esta línea, Gatica enfatizó en que «es lamentable. Ha habido una escalada conservadora a raíz de la contingencia y creo que de alguna forma darle más atribuciones a Carabineros, no hubiera detenido estos dos asesinatos. Lo único que habría prevenido estos asesinatos habría sido una mejor preparación, mayor trabajo de inteligencia, prevenir que ocurrieran estas cosas. Esta ley se da, aprovechándose de esta contingencia, para luego ocuparla en contexto de protesta social, de manifestación».
En cuanto a la utilización de la muerte de la sargento, Rita Olivares, y del cabo primero, Álex Salazar, agregó que «los grupos conservadores, de derecha, ya sean republicanos o UDI, aprovechan la contingencia, la lamentable muerte de estos dos carabineros, para meter este tipo de proyectos. Es un discurso peligroso y la derecha siempre ha hecho esto, confundir a la gente en torno a los DDHH. Ellos saben qué son los Derechos Humanos, pero ocupan la contingencia para poder tergiversar, engañar».
Las críticas desde el Biobío
El 22 de octubre de 2019, tres días después de iniciado el Estallido en Concepción, Rodrigo Lagarini se encontraba participando de una manifestación en el centro penquista, cuando recibió el impacto de una lacrimógena disparada por Carabineros directo en el rostro. Como resultado de la brutal agresión, perdió su ojo derecho.