El proyecto Canciones de Marte pretende generar un espacio de confianza para los padres y de entretención y educación para los infantes. “Los niños y niñas son más inteligentes y capaces de lo que algunos creadores de contenido creen. No todos obviamente, en nuestro país y el mundo existen proyectos muy interesantes y divertidos” explican.
Un trío de jóvenes que se conocen desde niños: Andrés Jamasmie, publicista; José Luis Contreras, músico; y Óscar Chávez, conocido como Chavezonico, ilustrador-animador, decidieron iniciar una verdadera empresa para inspirar y entretener. ¿Cómo? Mediante el proyecto Canciones de Marte, que mezcla la música infantil y videos animados. “Siempre hemos mantenido una dinámica media infantil entre nosotros, por eso cuando lo creamos, sentimos que conectó perfecto con nuestro estilo de hacer las cosas”, relata Jamasmie.
Todo se inició cuando un día observaron a la hija de uno de sus integrantes mientras miraba canciones infantiles en Youtube, pero pasaba de una a otra, porque las canciones se repetían y reversionaban o eran muy similares a la anterior. “Nos dijimos: ¿esto es todo?, ¿la música infantil tiene que ser así?… obvio que no, y tomamos la decisión de hacerlo. El corazón de este proyecto es que no podemos subestimar la inteligencia de los niños, como adultos tenemos que estimular la curiosidad, invitarlos a querer más”, explican.
Cuando se les pregunta por qué surgió esta idea, manifiestan que “los niños son más inteligentes y capaces de lo que algunos creadores de contenido creen. No todos obviamente, en nuestro país y el mundo existen proyectos muy interesantes y divertidos”.
Estos talentosos amigos señalan que crean canciones con contenido y videos que hablen, “que cuenten historias, porque a las niñas y niños se les puede hablar de la contaminación en el mar o de cómo lavarse los dientes, pero lo importante es hacerlo siempre con la intención de hacer algo distinto y de calidad”.
A estos profesionales les es fácil conectarse con el mundo infantil, a lo mejor por sus trabajos. José Luis Contreras o, como lo llaman sus amigos, Lilo, se dedica a recorrer colegios del país con espectáculos musicales para niños con la Compañía educativa Música en tus Manos y Chavezonico realiza hermosas ilustraciones para niños. El tercero en la empresa es Andrés, que está conectado con las comunicaciones y nos explicó los fundamentos.
– ¿Por qué se llama Canciones de Marte?
– Este fue el supuesto: ¿qué pasaría si un extraterrestre viniera con su extraterrestito al planeta y quisiera mostrarle algo de música infantil? ¿Provocaríamos suficiente atención?, ¿sería un mini alien que lloraría por quedarse o por devolverse a su casa pronto porque está aburrido? Definimos que queremos ser buenos anfitriones para ese baby E.T. y creemos que esto aplica a los niños terrícolas también, porque son relativamente nuevos en este mundo y no debemos permitir que la música no los estimule y las letras no los impulsen a conocer más. También nos pareció un nombre divertido y recordable 🙂
– ¿Han analizado los gustos de los niños actuales?
– El entretenimiento infantil ya no depende de la televisión, los niños se acostumbraron a ver sus programas en el momento y horario que quieran y casi todos ellos, entre 5 y 15 años, tienen acceso a un celular, tablet o computador. Pero cuando hablamos de niños y niñas en etapa preescolar, el tema es más complejo, porque la diversificación de contenidos infantiles y la democratización de los equipos para desarrollarlos ha permitido que proliferen videos de esos donde los personajes principales son niños llorando o niños malos, o donde se enseñan los colores con niños comiendo dulces, entre otros que, a nuestro juicio, no son buena influencia, menos a esta edad. Finalmente decidimos analizar lo que nosotros y algunos niños consideraban mejor en Youtube y extrajimos ideas y conceptos que mezclamos con lo que teníamos en mente para lograr un resultado constructivo, material en el que los padres puedan confiar y los niños disfrutar.
– ¿Creen que faltan espacios para la música infantil?
– En realidad, al contrario, internet ha permitido que los espacios se diversifiquen, dando gran cantidad de posibilidades a la música infantil. El mercado ya no está monopolizado por los canales de televisión y por lo mismo, cientos de desarrolladores han emergido. El gran problema es el estándar de calidad, pues no todos los creadores ponen el suficiente cariño en lo que hacen, especialmente pensando en que los cerebros infantiles absorben como esponja y están en etapa de formación.
– ¿Cuáles son sus referentes?
– Con Canciones de Marte, antes de partir miramos mucho Yo Gabba Gabba en EEUU y por supuesto a 31 Minutos en Chile, grupos que confiaron en que los niños pueden disfrutar temáticas más complejas y también se atrevieron a crear música original, con carácter. Por el lado de la animación y creación de personajes, existen muchas referencias mencionables. Nos gusta el trabajo que se realiza para Gumball en cuanto a la libertad de estilos.
Finalmente, nos gustaría reconocer el trabajo que en nuestro país han realizado El Perro Chocolo y Cantando Aprendo a Hablar, por mencionar algunos, que abrieron el mercado, manteniendo la calidad luego de mucho años al aire y desarrollando presentaciones en vivo.
– ¿Qué crees que le falta a la música infantil para ganar más espacios?
– Creemos que falta atreverse, ir menos a la segura, arriesgar un poco más y no dar por sentado que si los niños y niñas están viendo algo, sólo les puede gustar otra cosa similar. Hay que innovar con las temáticas, con los estilos musicales, con el tipo de ilustración y animación, porque es la única manera en que se profesionalice el género y así todos ganamos, los creadores, las mamás y papás y, lo más importante, los niños y niñas.
– Inviten a los niños a conocerlos…
– Los invitamos a todos a escuchar las canciones con sus hijos, sobrinas, nietos, hemanas, en nuestro canal de Youtube: CANCIONES DE MARTE para reírse y bailar juntos, porque finalmente, la idea es entretener, entregar un súper buen rato a niños y niñas y, por qué no, un mini break a mamás y papás.
Fuente: El Mostrador