Las mujeres logran mejores resultados que los hombres en todos los grupos socioeconómicos, e incluso, se da la particularidad que en esta prueba las niñas obtienen mejores puntajes que los niños pertenecientes a grupos socioeconómicos (GSE) superiores.
La Agencia de Calidad de la Educación entregó los resultados de la prueba Simce Escritura 2016, que provee información detallada acerca del aprendizaje de las habilidades de escritura de los estudiantes de 6° básico.
Al respecto, el secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad, Carlos Henríquez, destacó que si bien mayoritariamente los estudiantes de 6° básico logran organizar y responder al propósito de lo que se les solicita escribir, “presentan dificultades con otras habilidades, como mantener la coherencia de lo escrito o avanzar hacia el desarrollo de sus ideas. Estas dificultades se observan con mayor frecuencia en textos informativos, mientras que los textos narrativos están mejor logrados”.
La autoridad indicó además que las mujeres logran mejores resultados que los hombres en todos los grupos socioeconómicos, e incluso, se da la particularidad que en esta prueba las niñas obtienen mejores puntajes que los niños pertenecientes a grupos socioeconómicos (GSE) superiores. Históricamente en Chile las ventajas de pertenecer a un GSE más acomodado han redundado en mejores resultados educativos, tema que en escritura desaparece. “Esto nos abre un enorme desafío, porque los niños y niñas no tienen diferencias biológicas en la escritura, sino culturales y esta es una barrera que debemos superar en todos los colegios de Chile, sin importar la dependencia”, dijo Henríquez.
De hecho, si se analizan los resultados por dependencia y por nivel socioeconómico, no existen diferencias significativas entre dependencias (colegios públicos versus particulares subvencionados) y la brecha entre el grupo socio económico bajo y alto si bien es significativa, es bastante menor a la observada en otras pruebas Simce, como la de Lectura.
Principales resultados
La prueba de Escritura cuenta con cuatro criterios de evaluación: el propósito comunicativo, la organización textual, la coherencia y el desarrollo de ideas.
El propósito comunicativo es la intención, el para qué se escribe un texto. Así, mientras que el propósito narrativo es contar una historia, el propósito informativo se trata de describir, exponer o explicar un tema. En este criterio de evaluación la mayoría de los estudiantes escribe con el propósito solicitado, tanto para textos narrativos (86 %) como informativo (69 %).
La organización textual es otro de los criterios evaluados. Esto se refiere a la organización global del texto, que permite dar a las ideas una forma determinada, según los diferentes propósitos. Para el texto informativo, el contenido se organiza a partir de un tema central y de subtemas vinculados a este; mientras que en los textos narrativos, las ideas se organizan en una secuencia de eventos que incluye una situación inicial, un desarrollo y un desenlace. En este criterio de evaluación, cerca de la mitad de los estudiantes escribe textos con una organización clara y completa (51 % para informativo y 69 % para narrativo).
Respecto de la coherencia de los textos, es decir, las relaciones de sentido entre las diferentes ideas, el 45 % de los textos informativos escritos por los estudiantes son comprensibles, pues tienen un sentido claro, todas las ideas están enfocadas en el tema y se relacionan entre sí. Y lo mismo ocurre con el 42 % de los textos narrativos.
En los textos informativos el 19% no se comprende su sentido, y el 32% se comprende con dificultad. En los textos narrativos el 12% no se comprende y el 44% se comprende con dificultad.
Finalmente, con respecto al desarrollo de ideas, que corresponde a la profundidad y detalle con que se entrega la información y permite al lector recrear o imaginar aquello sobre lo que se informa o narra, en los textos informativos el 64% desarrolla el tema de manera básica o solo enuncia sus ideas, y en los textos narrativos la mitad de los estudiantes desarrolla los temas de manera básica o con dificultad.
Por otra parte los que desarrollan el tema de manera acabada, corresponden a menos del 50%, en ambos tipos de textos; en los textos informativos un 32% y en los narrativos un 49%.
Buenas noticias en la educación rural
Esta prueba trae buenas noticias para la educación rural, pues en los sectores más vulnerables (GSE bajo y medio bajo) estos colegios logran mejores resultados que los establecimientos de igual condición socioeconómica de sectores urbanos.
El Secretario Ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación explicó que se visitaron a algunos establecimientos rurales con muy buenos resultados en esta evaluación, con el fin de conocer qué prácticas estaban adoptando para lograr una buena escritura de los estudiantes. En ese sentido, indicó que “hay prácticas que todas estas escuelas visitadas realizan y que, probablemente, son las que le dan buenos resultados: planificación del aprendizaje a nivel de escuela y de asignatura; motivación y trabajo en Lenguaje de modo transversal en todas las asignaturas; estudiantes que se sienten queridos y apoyados por sus profesores y directivos; profesores con altas expectativas de sus estudiantes, y estudiantes que se sienten desafiados a dar más”.
¿Influye la tecnología en la escritura?
Una afirmación frecuente respecto de la escritura es que hoy “por culpa de las tecnologías” los estudiantes escriben peor. En ese sentido, Carlos Henríquez explicó que “hay que entender Twitter, Facebook, Instagram, Whatsapp, entre otros, como nuevos géneros que son necesarios aprender y, en ese sentido, debemos saber qué vamos a entender por escribir peor”.
Detalló que si lo que se entiende por escribir peor es abreviar palabras o utilizar menos caracteres, las tecnologías podrían ser perjudiciales: “sin embargo, esa concepción de la escritura es errónea, ya que, acorde al enfoque curricular y a la Academia de la Lengua, lo que se busca a partir de la escritura es, por medio de la lengua, poner en práctica las habilidades necesarias para transmitir mensajes que se entiendan con claridad y cumplan con un propósito determinado”, puntualizó.
En ese sentido, relató que hoy estamos escribiendo más que en toda nuestra historia. En un minuto se envían más de 150 millones de correos electrónicos, 30 millones de whatsapp, se actualizan más de 3 millones de estados en Facebook y se escriben 500 mil tuits. Solo para hacerse una idea, hace diez años lo creado en formato digital representó 3 millones de veces lo publicado en todos los libros escritos en la historia de la humanidad.
“En Chile y en el mundo se escribe más que nunca antes en la historia de la humanidad, y aunque estas cifras son impresionantes, la importancia de la escritura no radica solo en la cantidad de información producida, sino en cómo ayuda al desarrollo del pensamiento, a comunicarnos diariamente y también a quedarnos en la historia”, indicó.
Fuente: El Mostrador