Con una protesta en la carretera, este lunes, el centro de padres, madres y apoderados de la Escuela G-1183 de la Comunidad Indígena Callaqui en Alto Biobío, manifestaron su descontento y exigieron mejoras en infraestructura y equipamiento para garantizar la educación integral de sus niños y niñas.
Por Dayana Coronado
En el primer punto de la declaración, se expone el abandono que la escuela ha vivido desde el 2 de junio de 2018. En tal fecha, ya hace seis años, que el establecimiento fue consumido por completo tras un grave incendio en el lugar.
Desde el siniestro, los alumnos han asistido a clases en containers, los que fueron habilitados como escuela de emergencia. “Desde entonces el hacinamiento ha imposibilitado el desarrollo de una educación digna”, señalan en la declaración.
Asimismo, los apoderados exponen un listado de necesidades y negligencias que han atravesado durante los últimos años en la escuela. “No tenemos espacio para atención de apoderados, biblioteca, sala de computación ni tecnologías, salón para educación artística, espacio para reuniones de profesores, luminaria exterior, cortavientos…”, continúa detallan.
En consecuencia, este lunes, el jefe provincial de Educación del Bíobío, Pablo Ríos, acudió al terreno para dialogar con la comunidad. “Tras conocer la movilización de esta mañana, concurrimos hasta el lugar, para tomar conocimiento a detalle de la situación. Si bien, los requerimientos planteados van más allá de lo educativo, nos comprometimos a continuar en esta instancia de diálogo en la que participan el municipio y otras carteras. Todo aquello, con el objetivo de contribuir a respuestas a lo que requiera la comunidad”, declaró la autoridad luego de la instancia.
“Ahora, dentro de este trabajo, nos comprometimos a velar por el correcto cumplimiento del servicio de alimentación que entrega Junaeb y por tal motivo, ya se hicieron las coordinaciones con la Dirección Regional para este efecto, comprometiendo también la fiscalización con este proceso”, agrega Ríos.
Con la toma de la escuela y los urgentes puntos de mejoras exigidos por la comunidad educativa, para no llegar nuevamente a la movilización por parte de la comunidad, la municipalidad debería entregar plazos específicos de finalización del diseño de proyecto e inicio a las obras de construcción de la nueva escuela, para así asegurar el cumplimiento adecuado de las necesidades mínimamente dignas para los alumnos, quienes no han accedido de forma integral a su educación.
En suma, tras la agitada jornada, los apoderados de la Comunidad Pewenche de Callaqui piden que “el estado de Chile garantice el respeto por los Derechos vulnerados actualmente, los que se encuentran consignados en la legislación chilena y en diversos tratados internacionales ratificados en Chile”.