Los distintos actores criollos que participarán en el programa de reasentamiento para refugiados sirios ya alistan los últimos detalles para el arribo de las 70 personas seleccionadas. Los sectores habitacionales están definidos, las viviendas equipadas y los colegios preparados para sus nuevos aprendices.
En el caso de Villa Alemana, el Colegio Árabe de Viña del Mar será el encargado de impartir las clases de español intensivas durante tres meses. En Macul, la Universidad de Chile y su área de español para extranjeros cumplirá la misma tarea.
Claudia Flores, docente coordinadora, explicó que “vamos a tener dos cursos. Cada uno de 11 personas, para privilegiar el aprendizaje en grupos pequeños. La idea de nuestros cursos es que ellos desarrollen la competencia comunicativa intercultural. No vamos a trabajar solo para darles herramientas lingüísticas, sino que también para que entiendan mejor la cultura chilena”.
En términos de vivienda, el alcalde de Macul, Gonzalo Montoya, sostuvo que pese a no conseguir que las ocho familias que residirán en su comuna quedaran en un mismo sector, por el tema de la oferta inmobiliaria, sí primaron otros criterios: “Para la selección apuntamos a dos cosas: que fueran sectores con locomoción colectiva cercanos al Metro y avenidas tranquilas y residenciales”.
Los hogares, en tanto, fueron escogidos de acuerdo al tamaño de cada familia. En el caso de las más numerosas, se eligieron viviendas con tres dormitorios.
Para su adaptación rápida a la realidad chilena, Luis Berríos, secretario ejecutivo de la Vicaría Pastoral Social del Arzobispado de Santiago, explicó que “vamos a tener talleres desde el día uno. Tanto talleres de integración a la cultura chilena, como de manejo de presupuesto, para que conozcan y sepan como usar el dinero”.
En ese contexto, Berríos también contó que cuatro intérpretes -dos en cada comuna- acompañarán a las familias desde su segundo día en el país. “Los equipos de la Vicaría van a asistir a las familias en todos sus trámites de servicios públicos”, precisó.
Adolfo Numi, director de la Sociedad de Beneficencia Siria, contó que ellos, como comunidad, dispondrán de dos intérpretes para recibir a las familias en el aeropuerto y ayudarles con los trámites aduaneros y migratorios al momento de su arribo. En la primera bienvenida, también participarán miembros de los municipios, del programa de reasentamiento y de la comunidad siria residente en Chile.
Numi contó que también han canalizado su ayuda en juntar objetos que reconforten a las familias, como juguetes y libros para los más pequeños, y alimentos no perecibles de origen árabe. Y señaló que “desde el momento en que ellos pisen suelo chileno nosotros nos deberíamos sentir orgullosos. Tal vez el número de las personas que viene es escaso, podríamos haberlo hecho mejor, pero lo hicimos y eso debe servir de ejemplo”.
Alfredo del Río, coordinador general del programa de reasentamiento, dijo estar “profundamente feliz y agradecido por el despliegue de esfuerzos que se ha realizado, para que el proceso culmine con éxito. Hemos funcionado todos como un solo equipo”.
Fuente: La Tercera