El Museo de la Memoria y los Derechos Humanos ha presentado durante este mes de abril documentales realizados tanto la década de los 80’, como los más recientes. El propósito es mostrar la labor ejercida por distintos organismos de Derechos Humanos durante la dictadura cívico militar y los registros de Memoria y Archivos Orales.
El martes 18 recién pasado se proyectaron tres documentales que dan cuenta de la creación y funcionamiento de diversos programas para atender, acoger y proteger a las víctimas de torturas, a niños, niñas y sus familiares.
El paso del tiempo no dejó incólume al público presente al presenciar la formación de una sede de PIDEE en Valdivia, realizado por Gregorio Papic el año 1987; el modelo del Proyecto DIT-T, CODEPU 1984, y Memoria y Archivo Oral. Hijos e hijas de detenidos desaparecidos, 2014; realizado por la Fundación PIDEE y el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos. Y, es que al mirar retrospectivamente el accionar de estos organismos –CODEPU y PIDEE–, se trasluce la capacidad de los equipos para desarrollar una labor que siempre estuvo más allá de la mera atención psicológica o socio-económica de las víctimas de la tortura. Siempre fue más e integral, donde estuvo presente la respuesta a tiempo; la creación de espacios que eran necesarios y fundamentales para poder seguir siendo niño o niña a pesar del dolor y las pérdidas. Todo esto realizado con un profesionalismo que reconoce con humildad el haber tenido que enfrentar un aprendizaje permanente para hacer frente a situaciones demoledoras y perversas.
Conocer y re/conocerse en el tiempo forma parte de la tarea que al día de hoy desarrollan distintos espacios de memoria y organizaciones de Derechos Humanos. El rescate de la memoria, de nuestra historia y su difusión cumplen fielmente con el no olvidar.
Foto: Gloria Maureira, Paz Rojas y María Rosa Verdejo.