En entrevista con Radio y Diario de la Universidad de Chile, la primera representante de la Defensoría de los Derechos de la Niñez en la historia de Chile, cuestionó las capacidades que tendrá el organismo y que se ha dispuesto por ley.
En julio comenzará a operar la figura de la “Defensoría de la Niñez”, que cumplirá las funciones de representación de los niños que velará por sus derechos en paralelo a un determinado proceso judicial.
Sin embargo, para Patricia Muñoz, la primera representante de la instancia, unos de los principales roles que tendrá el organismo no podrá ser cubierto en su totalidad, ya que la normativa no permite representación judicial para todos los menores quienes han sido vulnerados en sus derechos.
En entrevista con Radio y Diario de la Universidad de Chile, la recientemente designada representante de la Defensoría de los Derechos de la Niñez, precisó que la ley sólo contempla la facultad de ejercer acciones legales para aquellos delitos de connotación social, como sexuales violentos, asesinatos o sustracción de menores.
Patricia Muñoz, además aseveró que la misma normativa establece que serán 26 personas las que estarán a cargo del funcionamiento de la Defensoría de los Derechos de la Niñez, número que indicó, es absolutamente insuficiente en relación a las atribuciones y tareas que deberá cumplir el organismo.
“Son suficientes inicialmente para estructurar la defensoría, pero en ningún caso para poder representar judicialmente a niños en todo el país, incluso con esta restricción en querellas criminales o la presentación de recursos de protección. No es posible abordar los temas de infancia solo desde una profesión, no permitirían probablemente hacerse cargo de casos tan graves como el de Ámbar, Sofhia o Benjamín, podría citar desafortunadamente a muchos otros niños”, afirmó
La recientemente designada Defensora de la Niñez, Patricia Muñoz, agregó que, a pesar de constituirse como un organismo autónomo, el rol fiscalizador de la institución se limitará solo a los órganos dependientes de la administración de Estado.
Precisó que por ley no se puede indagar en el proceder del Ministerio Público o el mismo Poder Judicial, a través de los Tribunales de Familia, recordemos cuestionados últimamente por el caso de Ámbar, la menor de un año que fue violada y asesinada por su propio cuidador asignado por el juzgado del ramo.
“No puedo fiscalizar a mi actual institución que es el Ministerio Público, en tanto ellos no son órganos de la administración del Estado como se concibe en la ley respectiva. Hoy día está en cuestionamiento con mucha potencia, y con razón, la situación que ocurre en los Tribunales de Familia, la entrega de custodia de niños a personas que no están capacitadas ni aptas, no solamente para generar afecto y amor, sino que también para un cuidado efectivo de sus derechos”, argumentó.
La abogada criticó además el rol de la sociedad actual en el sentido de vincularse desde una perspectiva protectora para alertar anticipadamente sobre, por ejemplo, algún hecho de violencia contra niños, niñas y adolescentes, y que puedan derivar posteriormente en un hecho trágico.
“Tenemos que construir un cambio de paradigma que sitúe a los niños no desde el discurso de los niños primero, sino que, como sujetos de derecho. Estamos obligados a eso desde hace 28 años por una convención internacional que exige al Estado, y, de hecho, si la ciudadanía y familiares de esos niños hubiesen tenido mayor conocimiento, probablemente habrían ejercido acciones legales contra del Estado de Chile por la incapacidad de brindar la protección que la convención obliga”, argumentó.
La ex fiscal adelantó el trabajo que realizarán con el Ministerio de Educación y también como se abordará la prevención de delito, la polivictimización de los menores en sus barrios, escuelas y como se hace cargo la sociedad en su compromiso para alertar sobre maltratos.
Indicó finalmente que la Defensoría de la Niñez deberá revisar el trabajo que se ha hecho sobre infancia, si las políticas promulgadas han sido efectivas, no solamente precisó, en relación a los niños del Sename, sino que también a los estigmatizados por su sector de residencia, que reafirman el desafío futuro sobre el cambio de paradigma.
Fuente: Radio Universidad de Chile