El grupo Bordadoras de la Memoria inauguró el pasado viernes una muestra donde se exhiben distintas obras inspiradas en el asesinato de doce mujeres embarazadas que lucharon contra la dictadura. La exhibición podrá visitarse hasta la próxima semana en el Parque Cultural de Valparaíso.
Había que remover la memoria. Por ello, un grupo de mujeres reunidas en la Colectiva Bordadoras de la Memoria decidió elaborar un proyecto para rescatar las historias de las mujeres embarazadas que se enfrentaron a la dictadura.
Así surgió la muestra Grávidas mariposas… yo soy, iniciativa que se exhibirá hasta la próxima semana en el Parque Cultural de Valparaíso (Calle Cárcel 471).
Cecilia Martínez, presidenta del grupo de bordadoras, indicó que la exhibición surgió con el fin de homenajear a aquellas madres que fueron víctimas de la dictadura. “Nunca se les había hecho un homenaje. Pero, en el fondo, la mayoría de nosotras, las que armamos el proyecto, éramos mujeres que sabíamos mucho de ellas y queríamos darlas a conocer a la comunidad”, cuenta.
Para las integrantes de la Colectiva Bordadoras de la Memoria los casos de las mujeres retratadas no son ajenos. Esto, ya que más de una bordadora conoció a la familia de las mujeres detenidas desaparecidas o compartió militancia con alguna de ellas.
Por ello, Cecilia Marínez comenta que el proceso de creación no fue fácil: “Para nosotras fue muy fuerte. Llegó un momento en que colapsamos casi todas. Nos trajo muchos recuerdos de nuestra tortura. También surgieron muchos dolores propios. Nos dimos cuenta de que en verdad no nos hemos sanado”, afirma.
Los casos
La muestra exhibe doce casos. Diez de ellos corresponden a mujeres chilenas que, embarazadas, fueron apresadas por los organismos de inteligencia y, posteriormente, torturadas y asesinadas.
Entre ellos se encuentra el de Elizabeth Mercedes Rekas, quien al momento de ser detenida tenía cuatro meses de embarazo. También está el caso de Michelle Peña, hija de una madre española y un soldado francés que llegó a Chile en 1952. Según los testimonios de quienes la vieron por última vez en Villa Grimaldi, la joven habría perdido a su bebé producto de las continuas torturas que experimentó en el centro.
Un tercer caso es el de María Labrín, Asistente Social de la Corporación de la Vivienda (CORVI) y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), que tuvo a su hijo en cautiverio. Hasta ahora ni su cuerpo ni su bebé han sido encontrados.
Pero la exhibición también reúne otros dos casos: el de una mujer ejecutada en Antofagasta y el de Mónica Alonso Blanco, una mujer argentina que estaba casada con un chileno.
“Supinos de Mónica Alonso Blanco porque ella marcó con un alfiler a su bebé para reconocerlo después y ese niño sobrevivió. Nosotras tuvimos contacto con él y ahí surgió la idea de hacer un retrato de esta militante para dar a conocer que en Latinoamérica había sido una práctica el desaparecer a mujeres embarazadas”, dice Cecilia Martínez.
El caso de la mujer ejecutada corresponde al de Elizabeth del Carmen Contreras, quien falleció a los 23 años. Fue asesinada junto a su marido en el Camino entre Antofagasta y la Base Aérea de Cerro Moreno.
Cecilia Martínez aclara que estos casos no han sido aclarados. De ahí la importancia de la muestra. “No se ha encontrado nada, porque cuando se dieron cuenta de que iba a llegar la democracia hicieron una operación para sacar los cuerpos enterrados de forma clandestina y tirarlos al mar”, comenta.
“Esta es una de las heridas abiertas en Chile, pero también hay mucho casos de niños de mujeres detenidas desaparecidas o ejecutadas y nunca ha sido investigada esa parte. Esto es algo que nos queda por resolver”, añade.
Bordar para sanar
El grupo de bordadoras nació en 2016 al alero de un proyecto del Parque Cultural de Valparaíso. Sin embargo, Bordadoras de la Memoria, tal como se conoce hoy, surgió en 2017. Grávidas mariposas… yo soy es su segunda muestra. Su primer trabajo se inspiró en las canciones políticas de Violeta Parra.
Fuente: Radio Universidad de Chile