El Movimiento Mundial porla Infancia de Latinoamérica y el Caribe, que está integrado por las organizaciones y redes de defensa de los derechos de la niñez y adolescencia más importantes de la región, se reunió en Panamá el 7 y 8 de mayo para abogar por esta causa junto con representantes del Comité de Derechos del Niño, la Oficina de la Representante Especial de Naciones Unidas sobre Violencia contra los Niños y la Relatoría sobre los Derechos de la Infancia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
El Tercer Protocolo Facultativo de la Convención sobre Derechos del Niño de la Organización de Naciones Unidas (ONU) permite a los niños, los adolescentes o sus representantes denunciar violaciones de sus derechos por parte del Estado y llevar una comunicación o queja ante el Comité sobre los Derechos del Niño dela ONU, siempre y cuando el Estado haya ratificado el tratado y se convierta en derecho internacional.
“El Tercer Protocolo, si bien es un mecanismo cuasi judicial, adquiere legitimidad al ser aprobado y ratificado por los Estados, que reconocen así las funciones del Comité de Derechos del niño y su obligación de tener en cuenta sus decisiones. Cubrirá un vacío de protección, ya que la Convención de Derechos del Niño era el único tratado internacional de DD.HH. sin un procedimiento de comunicaciones que garantiza su exigibilidad. Es impensable hablar de derechos humanos sin la posibilidad de ser exigidos”, expresó Rosa María Ortiz, de la Relatoría de Derechos de la Niñez y Adolescencia de la Comisión Interamericanade Derechos Humanos CIDH (1).
La ratificación del Tercer Protocolo permitiría a los representantes legales de las víctimas menores de edad denunciar ante el Comité dela ONUque se encarga del seguimiento y cumplimiento de esa Convención cualquier violación a sus derechos en los países de origen.
“En este momento a nivel internacional no existe”, dijo en conferencia de prensa Jorge Freyre, de la Red Latinoamericana y Caribeña por la Defensa de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes.
Hasta la fecha, solo Alemania, Gabón, Tailandia y Bolivia han firmado y ratificado ese protocolo. Según la ONU se necesita que al menos 10 países lo ratifiquen para hacerlo efectivo.
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