La capital brasileña puso en vigor el lunes una ley que prohíbe la fabricación, distribución y venta de cualquier tipo de juguete bélico, una medida adoptada para contribuir con la reducción de los índices de violencia en el país, informó el gobierno local.
Brasilia se convirtió así en la primera ciudad brasileña en adoptar una prohibición de ese tipo, mientras el Congreso debate un proyecto de ley que llevaría la misma restricción a todo el país.
La prohibición abarca todo tipo de armas de juguete, incluso aquellas de aspecto futurista, las que disparan agua, bolas, espuma o las que emiten luz o sonidos. No incluye armas de aire comprimido, como las utilizadas en paintball, ni las de uso deportivo siempre que sean adquiridas por una persona mayor de edad asociada a alguna entidad deportiva.
“Si nuestros niños son educados en la cultura de la no violencia, cuando lleguen a la adolescencia y conozcan las armas, tendrán todo el conocimiento para evitarlas y ese es un ejemplo que queremos llevar a todo Brasil”, declaró Agnelo Queiroz, gobernador del Distrito Federal, al sancionar la ley.
La disposición establece un plazo de seis meses para que las tiendas de juguetes eliminen los juguetes bélicos de sus estantes y prevé sanciones que van desde advertencias escritas y multas que van del equivalente de 2,280 dólares hasta 45,000 dólares. En caso de persistir, la sanción puede llegar al cierre del establecimiento por 30 días o la cancelación de su licencia de funcionamiento.
La iniciativa fue celebrada por organizaciones de promoción de la paz y el combate a la violencia urbana.
“Debemos enseñar a nuestros niños a jugar de salvar el planeta y no será con gastos bélicos de 1.5 billones de dólares anuales (en el mundo) que eso va a acontecer”, señaló la organización Guaxupaz en un comunicado. “Somos responsables por cambiar esa cultura de violencia por una cultura de paz”, agregó.
Según el Mapa dela Violencia2013, elaborado por el Centro Brasileño de Estudios Latinoamericanos, la tasa de homicidios en el país alcanzó 27.4 por 100,000 habitantes en 2011, un incremento de 132% desde 1980, cuando el índice de homicidios era de 11.7 por 100,000.
De 1980 a2011, Brasil registró 1,145,908 víctimas de homicidio, siendo los jóvenes los más golpeados por la violencia, según el estudio elaborado con cifras de decesos del Ministerio de Salud.