Al cumplirse un año más del fallecimiento de María Eugenia Rojas B., los trabajadores de la Fundación PIDEE recordamos su legado a través de sus propias palabras al iniciar su labor por los niños y niñas de este país víctimas de la dictadura.
“Los primeros años de trabajo fueron difíciles, no teníamos los recursos necesarios para poder atender en forma integral como nosotros habíamos programado, a todos los niños que solicitaban nuestra atención, había situaciones extremas de desnutrición, así como trastornos emocionales severos que incidían en su desarrollo tanto físico como psicológico. Las familias estaban muy desamparadas y también paralizadas por el miedo, además la falta de trabajo debido a la alta tasa de desempleo y a la marginalidad laboral que sufrían los opositores a la dictadura, imponía una exigencia de apoyo muy grande. Sin embargo, hacíamos todos los esfuerzos posibles por atenderlos y también para obtener el apoyo necesario con este propósito”.
“Vivir el Dolor. Construir la esperanza”. María Eugenia Rojas Baeza. Enero 1990.