El Movimiento Mundial por la Infancia de Latinoamérica y el Caribe – MMI-LAC – manifiesta públicamente su rechazo hacia todo tipo de violencia que se ejerce contra la niñez; incluida el castigo físico y humillante que se utiliza en forma cotidiana, como medida correctiva hacia niños y niñas.
El Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas y otros órganos internacionales y regionales orientados a la defensa de los derechos humanos ya se han pronunciado al respecto y han sido explícitos en señalar que el castigo físico en todas sus formas debe ser prohibido pues constituye una violación a los derechos humanos de niñas y niños.
El MMI-LAC desde sus inicios ha impulsado el seguimiento de la implementación a las recomendaciones del Estudio de las Naciones Unidas sobre la violencia contra la niñez e identifica el castigo físico y humillante como una de las formas de violencia cotidiana que se ha “normalizado”, afectando a millones de niños, niñas y adolescentes en todo el mundo. El castigo físico y humillante es una forma de violencia contra los niños, niñas y adolescentes, y por lo tanto constituye una violación de su derecho a la integridad física, psicológica y a la dignidad que tienen como seres humanos.
Ningún tipo de violencia contra la niñez es justificable. Cientos de estudios científicos de todo el mundo han evidenciado que el castigo corporal es causa directa de daños físicos que sufren los niños y niñas, impactos negativos a corto y largo plazo en su salud mental y física, su autoestima, en su educación, el desarrollo de su capacidad cognitiva y asimismo, contribuye a una mayor probabilidad de sufrir, aceptar y reproducir la violencia en la adultez. América Latina sufre por ser la región más violenta del mundo, con tasas de homicidios superiores a cualquier otra parte del mundo. Sabemos que la violencia genera más violencia. Nos urge poner fin a la violencia desde las más tempranas edades.
Numerosos Estados latinoamericanos están reformando su legislación para proteger mejor a niñas y niños contra la violencia. De los 19 Estados latinoamericanos, ocho países han reformado sus leyes para prohibir el castigo físico y humillante en todas sus formas y nueve más se han comprometido a hacerlo.
El MMI-LAC considera que América Latina, puede ser una de las primeras regiones en el mundo en declararse libre del castigo físico. Hacemos un llamado para que todos los países adopten leyes prohibiendo el castigo físico y humillante contra la niñez en todos los ámbitos y solicitamos a los líderes de opinión y organizaciones sociales a sumarse y constituir una amplia corriente de opinión por la eliminación de toda forma de violencia contra la niñez.
Fuente: Comunicado MMI-LAC